jueves, 20 de diciembre de 2007

Mi Cámara de las Maravillas

No soy capaz de mantener un solo proyecto al tiempo y mi desorganización cobra factura. Cámara de las Maravillas nació como otra cosa, un repositorio de belleza y gracia, un lugar donde coleccionar todo lo que ayuda a olvidar la fealdad del mundo, a curar la melancolía. Después apareció el Coleccionista y sustrajo para sí todo el mérito (y el trabajo) de mantener la Cámara. Tuvo días buenos, y tuvo días malos. Es un inconstante, como yo. Ahí se han quedado, para otro día, los relatos en que el Coleccionista perseguirá el retrato de la Condesa Bathory, o el último texto escrito de la suicida Alejandra Pizarnik. Donde fundamentará la melancolía mecánica de las novelas de Gonzalo M. Tavares. O escribirá cartas con destinatarios abiertos, sobre su profundo sentir kierkegaardiano. No está muerto, el Coleccionista se guarda de morir. Sufrir, no sufre. Sabe que el sufrimiento es una quimera de la existencia. Que el perseguidor de belleza tiene una única meta. Es un esteta.

Lo que, como demiurga aquí detrás, no deja de sorprenderme, es que la Cámara reciba visitas (y comentarios, incluso) todos los días, y a veces más visitas que este otro blog, cuando no consigo juntar un rato de conciencia tranquila desde el pasado mes de mayo, para darle aliento al pobre, al bobo, al inseguro y triste Coleccionista.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Porvenir (reseña)

Publicada en Go Magazine (diciembre 2007)
"Porvenir"
Iban Zaldua
Lengua de Trapo

Y ten en cuenta que sigue habiendo personas que están en contra de la inmortalidad, aunque sean ricos”: prácticamente, la frase que cierra el libro, la conclusión de “diecisiete cuentos casi políticos”, como se apellida el volumen que acabo de soltar sobre la mesilla. Ahí se va a quedar: sus pocas páginas esconden juegos intelectuales, guiños literarios, ideas complejas y desacomplejadas, apuntes teóricos sin pretensiones pero con intensa mala leche. La trama interna de esta literatura “pagada de sí misma” (orgullosa de serlo) no es sencilla ni evidente. A Zaldua le va la marcha (y lleva tiempo gritándolo a los cuatro vientos): en lugar de adscribirse a la tibia margen de los “apolíticos”, de los que “no tienen mensaje que dar”, él se posiciona. Su mensaje no es frontal e ideológico, sino lateral y sinestésico; no uno incontestable: quiere expresarse al tiempo que invita al diálogo sobre algo que está más allá (o más acá) de lo político. Algo tan intensamente cínico como preguntarse por la esencia del ser en el tiempo (sí, heideggerismo). En el interior de estos cuentos (sin excepción, brillantes) hay una “apertura conclusiva”: no hacen más que plantear preguntas de lo más capciosas: cuánto estás dispuesto a dar a cambio de obtener una vida mejor (¡ay, los eslóganes!); cuánto de inmoral hay en el destino, en negarlo, o en contradecirlo; cuánto importa la verdadera felicidad y cuánto arriesgarías por ella. La respuesta, si la hay, está en un libro muy parecido a éste.

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Prometo: carta abierta a Iban Zaldua. No caben ciertas cosas en 1500 cc, y ésta no es de mis críticas más brillantes.
Escribiendo: reportaje sobre el indie chileno.
Escuchando: Sylvain Chauveau y Felicia Atkinson.
Amando: a Jorge Vergara, sin resquicio.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

De Flickr a Cahiers

Quién me iba a decir a mí que alguna vez iba a ver publicado mi nombre en una de las revistas más prestigiosas y admiradas que existen. Cahiers du Cinéma, en su edición España, lleva este mes de diciembre (número 7) un artículo salido de esta fábrica.

Las carambolas suceden. Llevo tres años en Flickr. He conocido a muchos contactos, y a veces he conocido a las personas detrás de los contactos. Así sucedió con Luís - Una cierta mirada. Él es alcalaíno, de los de verdad (mientras que yo sólo vivo aquí y trato de sacarle partido). Dirige el Festival Alcine y la sección cinematográfica de las actividades culturales desde la Fundación Colegio del Rey.

Él me puso en contacto con Cahiers. Sin conocerme de nada, han confiado en mí, y en la página 47 (dos tercios de la misma para ser exactos) está la crónica de lo que pude ver en Alcine: mi nombre al lado de firmas como las de Carlos Reviriego o Carlos F. Heredero. Cuánto tocayo.

Eso me trae a la cabeza una anécdota: hace muchos años, traté de hacer pinitos en un diario sevillano, donde solía publicar un profesor de la facultad de Ciencias de la Comunicación y crítico eminentísimo, especializado en música en el cine: Carlos Colón. Colón me daba clases y yo repetía a diario que me recordaba (lejanamente) a mi padre. Aquel textito (creo que un repaso a la agenda musical de un olvidadísimo fin de semana) salió firmado como Carolina Colón.

Cahiers - Alcine

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Me gusta ser fan de Gepe

Lo digo así, con todas las letras. Si a Gepe, como me dijo una vez hijotonto, hay que partirle la guitarrita en la cabeza, la guitarrita quiero ser yo.

He improvisado esta crónica en last.fm.

No es que sea muy brillante, es lo que es. Mis fotos, en flickr, como siempre.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Transgresión

Voy a transgredir un rosario de reglas autoimpuestas en este blog, a saber:

- no hablar de mi vida personal
- no dejarme llevar por impulsos
- no improvisar posts estúpidos que la blogosfera ya está saturada de idiotas
- no publicar nada que no guarden dentro necesidad, libertad y osadía crítica

Pero Gepe, mi adorado Gepe, toca el martes 4 en Clamores, en Madrid. Quienes me quieran ver soltar el río magdaleniense deben ir hasta allá. Una persona me ha dejado un comentario muy cariñoso en mi otro blog, en mi pobre y triste Cámara de las Maravillas: alguien va a escuchar a Gepe gracias al artículo publicado en Rock de Lux 256. En el otro lado del globo, se comenta dicho artículo, en un sitio chileno, y mi nombre resuena allá donde empezó mi historia de corazón roto. Gepe, ese músico infinito, que canta pa ti y pa mí, acaba de publicar este video de la canción Samoriseva. "Lo hiciste todo al tiro / y un espacio se perdió". Mañana entrevisto a Gepe, mi adorado Gepe, de nuevo, en la misma taberna donde lo conocí hace un mes. No he preparado la entrevista y me temo que todo va a ir mal. Mi vida se desintegra y no hay nada firme bajo mis pies. Me siento como la vaca del vídeo. No es para esto que tengo blog, pero qué coño.

Monstruos

Cuentos de horror cósmico cotidiano. Cualquiera sabe qué saldrá. Hasta que pueda volver a escribir como dios manda.